Aceite de borraja y de onagra

Jack Russel frisst aus Napf

El aceite de borraja y el aceite de onagra son fuentes puramente vegetales de ácidos grasos esenciales de alta calidad.

La borraja (Borago officinalis) es originaria de Siria, pero actualmente se cultiva también en el norte de África y en Europa. La planta se utiliza desde hace más de 2000 años de diversas maneras: las sabrosas hojas jóvenes se ingieren y las flores se utilizan como aromas en los vinos. El valioso aceite se extrae de las semillas de la planta. Se debe ir con cuidado de utilizar únicamente semillas maduras, ya que estas tienen un contenido de aceite significativamente mayor. Además, el aceite debe extraerse por prensado en frío, para conservar la estructura de los valiosos ácidos grasos. Un 80 % del aceite de borraja lo componen ácidos grasos insaturados. Es particularmente elevado el contenido de ácido γ-linolénico (GLA), un ácido graso omega-6 especial. Entre un 20 y un 25 %, el aceite de borraja tiene el mayor contenido de este ácido graso de todas las plantas. En principio, el organismo puede formar el mismo GLA a partir del ácido linoleico, pero esto solo es posible de forma muy limitada, especialmente en los gatos. La administración directa también es recomendable en los perros.

El aceite de las semillas de onagra también tiene un alto contenido (8-12 %) del importante ácido γ-linolénico. La onagra se introdujo originalmente en Europa desde Norteamérica. Aquí es también una planta ornamental muy común, con sus flores de color amarillo intenso. Debido a su aceite abundante, el cultivo de las semillas en particular es interesante. Los indígenas del norte de África ya utilizaban el aceite de onagra como medicamento. En la actualidad, tiene cierto protagonismo en diversos campos de aplicación de la naturopatía.

Tanto el aceite de borraja como el de onagra son conocidos como proveedores del ácido graso poco común omega-6 GLA (ácido γ-linolénico). Una proporción sana y equilibrada entre los ácidos grasos omega-3 y omega-6 es de gran importancia para todo el organismo. Entre otras cosas, refuerza las defensas de la piel y favorece la estabilidad de las membranas celulares. El ácido γ-linolénico influye en la síntesis de prostaglandinas propia del organismo, con el consiguiente efecto antiinflamatorio (1, 2, 3). Además, los ácidos grasos esenciales son necesarios para una piel suave y elástica.

(1)    Innes et Calder (2018): Omega-6 fatty acids and inflammation. Prostaglandins Leukot Essent Fatty Acids. 132:41-48.
(2)    Kapoor et Huang (2006): Gamma linolenic acid: an antiinflammatory omega-6 fatty acid. Curr Pharm Biotechnol. 7(6):531-4.
(3)    Sergeant et al. (2016): Gamma-linolenic acid, Dihommo-gamma linolenic, Eicosanoids and Inflammatory Processes. Eur J Pharmacol. 785:77-86.